lunes, 5 de marzo de 2012

¿Qué es sino el escrito un instrumento multicultural?
En ello comprendo la importancia de la escritura, de los escritores. Unos escritores que con sus escritos trasmiten unos pensamientos ofreciéndonos la posibilidad de observar los contrates y las similitudes culturales. Escritores que interfieren en el cambio de mentalidad, en la renovación, en la interconexión.
Escritos con los que comprendemos el vertiginoso cambio que continuamente vive
el ser humano, pero que a su vez, nos dan cuenta de lo más importante y menos efímero: lo permanente en él, él sin fronteras.

Escritos que nos muestran la brujería de la escritura, que nos llevan a un instante concreto a través de los tiempos. Escritos con los que somos capaces de alejarnos del aquí y el ahora. Que nos hacen concretar que cuando todo se traduce en regalo comprendemos la sutil magia de la palabra escrita.
Un instrumento cazador de unas ideas que hace nacer nuevas ideas y que nos lleva a pensar en lo infinito y en todo lo que se esconde tras ellas. Palabras que hablan sin hablar. Y con ello, la intención del título de este blog “haches de muda” como esa visión infinita de la escritura, pues la hache en el escrito hispánico es la única letra que presente físicamente no interfiere en la forma hablada, pero ahí está presente en la escrita. Una escritura que tiene un algo infinito pero siempre necesita y ha de apoyarse en lo finito. Lo inmutable e invisible dentro de lo mutable y físico. La hache se convierte en lo escondido, en la idea de una aparentemente transparente escritura.

Qué gran importancia, pues dejando constancia circunscribe lo interior y lo exterior. Y a fin de cuentas, un elemento más que nos muestra el fugaz pasar de la vida ante nosotros. Si, mi gran enemigo: el tiempo.

Libros de diferente finalidad entre las manos y concretando:
    ¡Soy un círculo en el rodeo de la vida!, ¿qué no me crees?¡Verás: soy vida en la vida y mañana llegaré a ti de forma diferente¡.

Darle las gracias a la escritora Consuelo Triviño por su conferencia y por las recomendaciones de la obra Pedro Páramo del escritor mexicano Juan Rulfo, del escritor Fernando Pessoa para cuando tengamos más de cuarenta años…y de Mario Vargas Llosa “Consejos para un buen escritor”. A la vez agradecerle el recordatorio de que el libro es un medio de felicidad, de originar nuevas experiencias y de abrir la mente. De la necesidad de ser gran lector para ser gran escritor. Y aunque no lo dijo explícitamente, sí hizo posible concretar que la tarea constante de lectura y escritura es un secreto para ser GRAN…DE. Grande para comprender, para hacer comprenderse.

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